EL LADRÓN DE VÍRGENES, DE DAVID DE JUAN MARCOS

En esta ocasión os voy a hablar de El Ladrón de Vírgenes, novela que será presentada y analizada en el Café con Letras de la librería Libros 28 de San Vicente, evento al que intentó no faltar e invito a todos a asistir. Quizás debería esperar a realizar este post, pero ya hace más de dos meses que lo leí y sigue dándome vueltas en la cabeza.

Se trata de una novela que me ha encantado por las diversas tramas que recoge, su prosa exquisita, y los temas que desarrolla, como son el ambiente cerrado de un pueblo rural, con sus leyendas, sus secretos, los rumores y la importancia de lo que piensen el resto de sus vecinos. También habla de la lealtad y la traición, el endiosamiento de la figura del padre, y la aceptación aparente de la madre, de la utilización de la religión para beneficio personal, de crímenes. Es mucho lo que desarrolla y lo hace a través de pocas páginas, unas 200, de forma detallada, y, sin embargo, amena con frases de una gran belleza poética y con una narrativa que te atrapa y te hace desear más.

Sinopsis

“Cómo iba a saber que aquel hombre traía la muerte consigo. Debí darme cuenta por su olor a cebolla rancia. Debí darme cuenta cuando la leche cuajaba a su paso en los cubos de metal. Cuando las palomas morían desplumadas por la tiña, o porque allá por donde pasaba doblaba los racimos y dejaba una pestilencia a plomo de preludios de tormenta de verano”.

Tras quince años de misteriosa ausencia, Andrés Pajuelo regresa a su casa con la idea de robar una serie de valiosas obras de arte religioso. Para ello necesitará la ayuda de sus dos hijos, del melindroso prometido de su hija y de un enigmático gigante experto en teología y en arte sacro. Cuando todo parece estar listo para ejecutar el último y más lucrativo de los robos, es acusado de varios asesinatos.

El ladrón de vírgenes es una reflexión sobre las mentiras que encierra toda religión y sobre la importancia de la religiosidad en la condición humana. Un análisis sobre los límites de la traición, la lealtad y la fuerza de las promesas. Un certero homenaje a la tradición oral de contar historias.

Os dejo el anuncio del Café con Letras por si le interesa a algún lector.