UN HIJO Y UN SECRETO, DE ALEJANDRO PALOMAS


No he podido empezar junio de mejor forma. Desde abril tenía en casa pendiente la lectura de ambos libros, y como últimamente estoy nerviosa y atosigada con el trabajo pensé que una lectura de calidad pero al mismo tiempo amena sería lo conveniente, y me acordé cuánto me habïa gustado "Un Amor", además del aliciente de leer una novela con el Premio Nacional de Literatura Juvenil. Y seguro que alguno pensareis que ese tipo de lectura está dirigida únicamente a adolescentes, lo cual no es cierto porque la literatura es literatura la lea un tipo de lector u otro. Desde luego ambas novelas se caracterizan porque sus protagonistas están llenos de problemas, graves, pero no obstante, estos niños buscan la magia para poder encontrar alivio a lo que están pasando y una solución para las personas que los rodean. En ambas novelas destaca un personaje adulto María, la orientadora escolar, que se desvive por ayudar a esos niños que tras sus sonrisas esconden un infierno dentro. He tenido que leerlos seguidos, no podía despedirme de los personajes después de la lectura de Un Hijo y puedo confesar que he llorado, me he emocionado y reído a partes iguales. Os los recomiendo.

 A continuación y como es habitual, os dejo las sinopsis.

Sinopsis de Un Hijo: Guille es un niño introvertido con una sonrisa permanente, y es un lector empedernido con mucha imaginación. Solo tiene una amiga. Hasta aquí, todo en orden. Pero tras esta máscara de tranquilidad se esconde un mundo fragilísimo, como un castillo de naipes, con un misterio por resolver. El rompecabezas lo configuran un padre en crisis, una madre ausente, una profesora intrigada y una psicóloga que intenta armar el puzle que está en el fondo. Una novela coral que respira sentimiento, ternura, vacíos, palabras no pronunciadas y un misterio sobrecogedor.
Sinopsis de Un Secreto: Es que como Nazia es mi amiga y desde Navidad vive con papá y conmigo porque es mejor, ahora es mi hermana de acogida, que es como si fuera una hermana de verdad pero sin transfusión y eso quiere decir que nos lo tenemos que contar todo, hasta los secretos más secretos. Aunque el secreto más gordo de todos Nazia no se lo ha contado a nadie porque su madre le dijo que si lo hacía, ella se moriría de pena.
Pero al final, como somos casi hermanos, me lo ha contado.

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