MUERTE EN LA ORILLA, DE ANDRÉS FLORES




Muerte en la orilla (Sar Alejandría Ediciones, 2022) de Andrés Flores, es una novela sobre la humanidad y qué es eso de ser humano. Lindsay Graver, en su novela El circulo de las hijas perdidas (Aristas Martínez, 2022), pone en boca de un personaje, lo siguiente: Al fin y al cabo, si nuestras historias no están al servicio de las generaciones futuras, no vale la pena narrarlas. No contamos nuestras para compartir, sino que las contamos para advertir. Pues bien esta frase explica el fin profundo de la literatura y al mismo tiempo me ha iluminado a la hora de hacer la presente reseña. Y sé que os preguntaréis por qué.

El motivo es que después de la lectura de Muerte en la orilla me pregunté que necesidad había tenido el autor de escribir una novela tan cruenta y que me había dejado mal cuerpo. Es una novela desasosegante que habla de un padre, que deja a su hija y a su esposa, para ir a un país africano a recoger su hijo adoptado y de la noche a la mañana el país se ha sublevado y la gente se mata indiscriminadamente unos a otros y de la forma más feroz que imaginar se pueda. 
Nadie sabe lo que ha pasado realmente y el motivo de la situación pero el protagonista solo piensa en recoger a su hijo y volver a casa y a lo largo de su huida junto a su hijo atravesará el país hasta lograr llegar a un avión que lo devuelva a casa. 
Junto a él viajarán otros personajes que le querrán ayudar: antiguos soldados, desertores e incluso algún enemigo que le ayudaran y le harán saber que la situación brutal que están viviendo se ha extendido por todo el mundo.
Esta situación mundial de devastación me ha hecho pensar en la pasada pandemia y en cómo no nos ha hecho mejores personas en general, porque siempre hay excepciones, y en cómo si se hubiera prolongado se habría luchado por un simple mendrugo de pan, solo tenemos que recordar como desapareció de los supermercados, al inicio de la pandemia, el papel higiénico. 
La verdad es que en las situaciones límites las personas se dividen en muertos y sobrevivientes, y estos últimos, en los extremos narrados en esta novela, se deshumanizan y se convierten en auténticos animales que matan por el simple deseo de hacerlo, aunque pido perdón por esta expresión porque no conozco animal que mate por el simple placer de hacerlo.
Y así, encabezando con el principio de la reseña siento que este libro se ha escrito como advertencia para generaciones futuras, para no incurrir en los errores del pasado.
En cuanto a la narrativa, es una novela trepidante, con descripciones las justas, personajes bien caracterizados y diálogos que aportan. La agilidad de la novela se debe sobre todo a los capítulos cortos y el hecho de mezclar dos líneas temporales, la actual que esta viviendo el protagonista, y la anterior al inicio de la situación apocalíptica.
He de reconocer que a mí me costó empatizar con el protagonista, que deja a su mujer y a su hija pequeña, para recoger a un niño adoptado al que todavía no conoce personalmente, aunque es de admirar el valor que le echa para salvarlo.

Una novela entretenida que hace cuestionarse muchas cosas.







 

Comentarios

Entradas populares de este blog

HIJOS DE UN PAÍS SIN DIOS, DE EDUARDO LOSTAL

LA LUNA PARA DAMAS, DE CONCEPCIÓN REGUEIRO

EL EFECTO FRANKENSTEIN