LA VOZ DEL FUEGO, DE ALAN MOORE

 



Esta es una de esas novelas que ha permanecido años en mis pilas de libros pendientes, pero al final le ha llegado su turno. El autor, Alan Moore, ha sido reconocido como uno de los más destacados maestros del cómic, con obras increíbles que por suerte he leído como La Liga de los hombres extraordinarios, Watchmen, V de Vendetta y From Hell. Y el problema con esta novela, La voz del Fuego, es que creo que yo tenía demasiadas expectativas, pero en su defensa digo, no obstante, que su calidad es indudable y, por supuesto original. Os cuento.

 La novela se desenvuelve en una sucesión de capítulos, ambientados principalmente en un turbulento noviembre en la extensa ciudad británica de Northampton. Moore, quien reside en esta ciudad, utiliza la urbe como telón de fondo para tejer una narrativa compleja que se nutre tanto de la magia como de la historia. Estos dos elementos se definen en vehículos primarios que conducen la trama.

La magia es un elemento recurrente en la obra de Moore, y en La Voz del Fuego explora la idea de que la magia no se trata simplemente de trucos extravagantes, sino de la reinterpretación y reorganización de la realidad de acuerdo con nuestras necesidades vitales . Moore plantea la magia como una herramienta para llenar nuestras vidas de información y significado, transformando nuestra percepción de la realidad y permitiéndonos construir un mapa personal y moldeable de nuestro entorno.

 A medida que los capítulos avanzan en el tiempo, una corriente de información se propaga como el fuego, acumulando una acumulación y distribución de conocimiento que da forma a la realidad. Moore, quien se proclamó mago en 1994, enfoca la magia como una forma de empoderar a las personas para que desafíen lo establecido y se sumerjan en una búsqueda constante de significado y conexión.

 La trama es intrincada, con elementos de filosofía y magia, por lo que obliga al lector a una lectura lenta e interesada ya que es una novela para reflexionar y reinterpretar  la realidad. En fin, una novela difícil y no apta para todo tipo de lectores.



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