LECTURAS DE CUARENTENA I
Parafraseando el título de este comic, una de las lecturas del confinamiento, hay que dar tiempo al tiempo, esperar y llenarlo con actividades, que en mi caso, como no podía ser de otra forma es la lectura. Así que como no sé lo que va a durar os voy a poner mis lecturas, con pocos comentarios o ninguno, eso sí con las sinopsis correspondientes, por si a alguno de mis lectores les apetece. Empezaré con las leídas a partir del 14 de marzo, que fue mi primer día de confinamiento.
1.- "Manuel acuchilla a un policía antidisturbios que quería pegarle. Huye. Se esconde en una aldea abandonada. Sobrevive de libros Austral, vegetales de los alrededores, una pequeña compra en el Lidl que le envía su tío. Y se da cuenta de que cuanto menos tiene, menos necesita. Un thriller estático, una versión de Robinson Crusoe ambientada en la España vacía, una redefinición del concepto «austeridad». Una historia que nos hace plantearnos si los únicos sanos son los que saben que esta sociedad está enferma. Santiago Lorenzo ha escrito su novela más rabiosamente política, lírica y hermosa".
3.- “Lloyd, un hombre que acaba de perder a su mujer, recibe un «regalo» inesperado por parte de su hermana. Laurie, una adorable cachorrilla mezcla de Border Collie y Mudi, que poco a poco cambiará su vida para siempre.
Pero lo que prometía ser una vida apacible de paseos por la playa y comidas relajantes se ve truncada por un hecho inesperado.” Es un relato y no, no es de terror.
5.- "Los dos textos recogidos en este volumen, «El niño criminal» y «Fragmentos», constituyen dos de las propuestas más radicalmente antisociales de la obra de Jean Genet: ladrón, vagabundo, prostituto y uno de los escritores más reconocidos y polémicos de la literatura francesa del siglo XX. Escritos durante un periodo de crisis del autor -originado por su rápido reconocimiento como gran figura literaria-, ambos textos se enfrentan a la asimilación de su obra por parte de los intelectuales franceses, al tiempo que intentan renovar el gesto inicial de rechazo y lucha por el que Genet comenzó a escribir. Para ello, Genet se entrega, de manera más explícita, poética y depurada que nunca, a la comprensión de los dos temas que mayor peso han tenido en toda su obra: el crimen y la homosexualidad. Así, en «El niño criminal», nos mostrará el mundo de las colonias penitenciarias para menores, defendiendo a los niños que son recluidos allí y cantando la fuerza moral de su gesto de rebeldía ante la sociedad".
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