AYER, DE AGOTA KRISTOF

 

Esta es una de esas novelas que compro por impulso, sin conocer al autor, y de vez en cuando acierto como es en este caso. Con una prosa depurada, la autora en un texto de 110 páginas nos habla de amores imposibles, del vacío que a veces nos produce la vida, del trabajo monótono simplemente alimenticio, de la soledad, del desarraigo, todo ello mezclando lo cotidiano con lo onírico. Es una novela autobiográfica ya que Agota Kristof dejó Hungría con su marido y su hija de meses, como hace Line en la novela, y fue a Suiza donde trabajó en una fábrica de relojes en la que realizaba una actividad monótona día tras día, como Sandor, y además al igual que éste imaginaba historias por el día que transcribía por las noches, no en su idioma materno sino en el del país de acogida.

 A mi entender una maravilla de novela que me ha hecho preguntarme por qué no me había fijado antes en sus libros, yo que suelo comprar llevándome por la intuición. 

Sinopsis.- Sandor Lester es un exiliado en una ciudad europea que lleva una vida solitaria y monótona. Su día a día transcurre en la alienante fábrica de relojes donde trabaja y en sus ratos libres se dedica a escribir y a compartir penas con otros hombres en su misma situación. Un día conoce a Line, una nueva empleada en la fábrica que también es exiliada como él, casada y con un bebé. Sandor se enamorará de ella y entre los dos surgirá un vínculo tan íntimo y esencial como doloroso y destructivo. Ayer contiene ecos de la propia biografía de Agota Kristof, escritora húngara refugiada en Suiza. Como en su famosa trilogía Claus y Lucas, Kristof utiliza una prosa perfectamente depurada, precisa y despersonalizada con la que crea una penetrante y perturbadora atmósfera para retratar las miserias y crueldades del mundo contemporáneo. Lúcida e impactante, es sin duda una de las mejores obras de la autora.

   

Comentarios

Entradas populares de este blog

HIJOS DE UN PAÍS SIN DIOS, DE EDUARDO LOSTAL

LA LUNA PARA DAMAS, DE CONCEPCIÓN REGUEIRO

EL EFECTO FRANKENSTEIN