BLANCOGRAMAS, DE GEMMA SOLSONA ASENSIO

Otro de esos tesoros que me traje del último Celsius 232. A la autora la conocí personalmente allí o al menos no la recordaba de antes. Se trata de una recopilación de siete relatos unidos por un color o falta de él, el blanco. La autora al inicio del libro explica la intención del mismo: "El blanco aparecía en un personaje, argumento o en el título de muchas de estas historias que me han acompañado durante meses. Y si los fotogramas, imágenes impresas químicamente en una tira de celuloide, captan instantes de realidad, las historias de este libro espero que capturen algunos de mis miedos, transformándolos en esos "blancogramas" que me gustarían que produjesen algún que otro escalofrío: gélido, punzante y, sobre todo, blanco". Queda claro que sus relatos provocan inquietud especialmente si los protagonistas son niños, elemento bastante frecuente y escalofriante en las películas de terror. 

Gemma Solsona escribe de maravilla, su lenguaje es trabajado a la vez que sencillo y sus temas se centran en los miedos colectivos, con las descripciones y adjetivos necesarios, y con claras influencias de Angela Carter, especialmente por utilizar elementos de los cuentos o novelas infantiles clásicas y darles una nueva lectura. No en vano el pasado año coordinó la recopilación Donde las hadas no se  aventuran, que contiene diversos relatos versionando los cuentos clásicos y participó, asimismo, con el relato El huso y el beso, clara alusión a la Bella Durmiente. Por otra parte este año se ha publicado otra recopilación, Y si lo contamos ... Steam Punk, en la que participa con el relato Corazones de metal, basado en los personajes de Mujercitas.

Blancogramas es una antología ecléctica, siete relatos unidos por el color blanco, como ya he mencionado, que comparten un personaje: la niña cruel, a veces mujer, en la que la inocencia desaparece a la vez que surgen comportamientos odiosos. También comparten un lugar de la casa: el desván Los relatos, todos con tramas diferentes asombran y llegan fácilmente a un climax inquietante, como mínimo. 

“Es más cómodo pensar que el monstruo es repugnante y sucio. Que lo reconocerás porque tiene uñas negras y deformes…”

Empezamos con Plumas sucias, en el que unas niñas encuentran lo que parece un ángel. En El caimán blanco evoca los horrores de Marie Lalaurie, una dama de Nueva Orleans que se hizo famosa por haber torturado y asesinado a sus esclavos. En Cucarachas blancas,  uno de mis preferidosnos encontramos con un futuro postapocalíptico en que Mary Poppins da lugar a una nueva religión. En Adorada Cat, cuyo título ya es un juego, tanto por la cita de Cumbres Borrascosas como por el hecho de que "Cat" signifique gato en inglés y además la portada hace referencia a este relato y cuyo argumento yo lo condesaría en: no te fies cuando te digan que eres la mejor amiga de alguien. En La dama de los guantes blancos nos habla de una vampira, el monstruo hermoso, el deseo de eternidad. En Blancapiedad, con alusión clara a Blancanieves, narra la historia de una niña que no puede serlo pues su madre no deja de tener bebés y decide tomar cartas en el asunto. Y, por último, La alcoba blanca, donde el desván tiene vida propia.

Tras haber leído en el último mes La habitación de Nona de Cristina Fernández Cubas y La oscuridad es un lugar de Ariadna Castellarnau y haber llegado a esta tercera recopilación, es claro que no hace falta escribir novelas para ser una gran escritora. Lo recomiendo.


Sinopsis.- Con Blancogramas, Gemma Solsona Asensio se adentra en la oscuridad del color blanco para presentar nos niñas que custodian un ángel en el desván, una familia que rinde culto secreto a Mary Poppins, un anciano obsesionado con una dama espectral en las calles de Barcelona, o una joven que descubre lo peligrosa que puede llegar a ser su mejor amiga. Siete relatos de negrura nívea, hermosos y terribles, dentro de la mejor tradición de lo extraño.

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